Estoy teniendo en este mismo momento la desagradable experiencia de ver el mediocre desfile artístico preparado por FUERZA BRUTA (no más mediocre que su espectáculo, por cierto) y me asaltan todo tipo de preguntas: la primera de ellas ¿es la murga una expresión "argentina"? ¿no encontró el estúpido de Diqui James otra forma de representar el retorno a la democracia? ¿la gente cree realmente que la democracia es una fiesta? ¿De dónde salió el dinero para pagar tremedos festejos? De nuestros bolsillos, obviamente... lo que me lleva a más preguntas: ¿Por qué tengo que pagarle el cachet a Kapanga? ¿No es suficiente con mantener a León gieco como artista exclusivo de los K? ¿Por qué el chaqueño palavecino tocó en el obelisco y la función del Colón fue sólo para invitados? ¿Por qué el canal estatal ni siquiera transmitió la función del Colón? ¿El gobierno cree que la ópera es un espectáculo demasiado culto para el pueblo?
Esta entrada del blog tendría que estar incluida entre las preguntas sin respuesta, pero en realidad, todos sabemos las respuestas a estas preguntas, aunque no querramos ni siquiera pronunciarlas.
El estúpido desfile de Fuerza Bruta está terminando con un poupurrí de rock nacional (Soda Stereo-Los Abuelos-Los Kuriaki-Piojos-La Portuaria... va decayendo, como verán ¡si terminan con la argentinidad al palo de la bersuit la terminan de cagar!) o sea lo más mediocre -otra vez- de nuestra música, para que el pueblo baile y todos sigan creyendo que con la democracia se come se educa y se cura.
Todo este divague me lleva a la última -e incontestable- pregunta de la noche: ¿terminarán mis nietos de pagar estos festejos, o ni siquiera?
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