PEDRO RISSOTTO

 

Cuando a Pedro Risotto se le cayeron las orejas, el primer problema que tuvo fue que no tenía donde apoyar los anteojos.
Encima de que no veía un pito se transformó en matafuegos, así que ahora lo joden una vez por año para recargarlo.
Se tuvo que mudar a un Fiat 128 y cada vez que viaja la mujer del dueño lo caga a patadas en la espalda.
Hace una semana el dueño chocó y se le aflojó la válvula. Perdió toda la carga y ahora se siente vacío.
Como si eso fuera poco se le rompió la manguera, y eso afectó enormemente su virilidad.
Su mujer lo abandonó y ahora lo llama para boludearlo. El se pone rojo de furia, pero no se le nota porque es rojo como todos los matafuegos.
Pensó en tirarse del auto en movimiento, pero el dueño lo tiene atrapado con una cinta de chapa y un candado, así que le es imposible suicidarse.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: