No se si ver a mi pequeña hija intentando masticar mi mano, o los Escritos Antropófagos de Oswald De Andrade, pero lo cierto es que de esta coctelera que tengo debajo de mis cabellos se volcó un trago... explosivo.
Por si alguno no lo sabe, antropofagia es "comer humanos". Asi que ahí vamos...
Podemos entender la antropofagia como una metáfora del proceso de consumo, y también como una utopía, un resurgimiento de la era del ocio. El ingenuo Oswald creía que con la tecnificación íbamos a trabajar menos ¡Ja!
Pero empecemos por el principio: matriarcado y patriarcado.
Dice Oswald que al principio fue el matriarcado, o sea, la herencia por vía materna, la sociedad sin clases y la propiedad común del suelo.
El cambio se produce cuando comienza a utilizarse a los prisioneros de guerra como fuerza productiva en lugar de materia alimenticia, es decir, cuando en vez de morfarse a los prisioneros, se los hace laburar.
Alli surge el patriarcado, cuyas características son la herencia por via paterna, el estado de clases y la propiedad privada de la tierra.
Ahí la cagamos.
La antropofagia es desplazada por la división social del trabajo, el negocio (la negación del ocio) y la familia.
Oswald creía que, como todo vuelve en esta vida, estaba llegando una nueva cultura antropofágica, fortalecida por las conquistas técnicas. Creía, en definitiva, en la llegada de un nuevo matriarcado.
Para más información: consulte directamente con el autor, vaya a su librería amiga, haga cualquier cosa, pero no intente encontrar respuestas aquí: internet no existe.
Cuando salió el Barco De Locos, allá por 1996, recién nos enterábamos qué era internet, pero ya la mirábamos con desconfianza. Hoy sigo teniendo la misma desconfianza, y me planteo las mismas preguntas: ¿para qué escribir, por qué, para quién, desde dónde?
Y apenas puedo esbozar las mismas respuestas: para joder más las cosas, porque si no escribo me muero, para alguien, desde el Barco De Locos, que es algo así como un hueco que se mueve por un lugar que no existe.
PD: veremos si de a poco vamos afinando la puntería. Estos son apenas los primeros disparos virtuales.
A propósito de Oswald De Andrade, y sus Escritos Antropófagos (Corregidor, 2008)
¡Gracias M.!
Por si alguno no lo sabe, antropofagia es "comer humanos". Asi que ahí vamos...
Podemos entender la antropofagia como una metáfora del proceso de consumo, y también como una utopía, un resurgimiento de la era del ocio. El ingenuo Oswald creía que con la tecnificación íbamos a trabajar menos ¡Ja!
Pero empecemos por el principio: matriarcado y patriarcado.
Dice Oswald que al principio fue el matriarcado, o sea, la herencia por vía materna, la sociedad sin clases y la propiedad común del suelo.
El cambio se produce cuando comienza a utilizarse a los prisioneros de guerra como fuerza productiva en lugar de materia alimenticia, es decir, cuando en vez de morfarse a los prisioneros, se los hace laburar.
Alli surge el patriarcado, cuyas características son la herencia por via paterna, el estado de clases y la propiedad privada de la tierra.
Ahí la cagamos.
La antropofagia es desplazada por la división social del trabajo, el negocio (la negación del ocio) y la familia.
Oswald creía que, como todo vuelve en esta vida, estaba llegando una nueva cultura antropofágica, fortalecida por las conquistas técnicas. Creía, en definitiva, en la llegada de un nuevo matriarcado.
Para más información: consulte directamente con el autor, vaya a su librería amiga, haga cualquier cosa, pero no intente encontrar respuestas aquí: internet no existe.
Cuando salió el Barco De Locos, allá por 1996, recién nos enterábamos qué era internet, pero ya la mirábamos con desconfianza. Hoy sigo teniendo la misma desconfianza, y me planteo las mismas preguntas: ¿para qué escribir, por qué, para quién, desde dónde?
Y apenas puedo esbozar las mismas respuestas: para joder más las cosas, porque si no escribo me muero, para alguien, desde el Barco De Locos, que es algo así como un hueco que se mueve por un lugar que no existe.
PD: veremos si de a poco vamos afinando la puntería. Estos son apenas los primeros disparos virtuales.
A propósito de Oswald De Andrade, y sus Escritos Antropófagos (Corregidor, 2008)
¡Gracias M.!
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