Recién estabamos con V. mirando en el programa de Lanata como nuestros gobernantes dilapidan el dinero del estado en sus viajes por el mundo.
V. se preguntaba qué podemos hacer nosotros para que esto no ocurra.
- No votándolos, le digo...
-Ah, vos siempre con lo mismo...
Si uno sabe que los gobernantes usan nuestro dinero para costearse una vida de lujo mientras la cuarta parte del país vive con dos mangos... que puede hacer?
Como mínimo, negarse a votarlos nuevamente. Sino, es como decirle al ladrón: "mirá que me voy de vacaciones y dejo la puerta del fondo abierta".
Votar es obligatorio. Pero tenemos el derecho de impugnar el voto.
En las próximas elecciones, cumpla con su obligaciones, pero no se olvide de ejercer su derechos.
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