LA TROMBA ROSARINA

 
 tromba
(del it. tromba, trompa)
f. irrupción tumultuosa de personas
 

Resulta que a principios de los años ochenta un puñado de músicos rosarinos la pegaron fuerte con sus canciones; tan fuerte que la prensa tuvo que ponerle un nombre a la movida y en un brainstorming de cafiaspirina en el bar La Paz decidieron bautizarla como “La Trova Rosarina” para relacionarlos directamente con la trova cubana: una estrategia de marketing berreta pero que resultó efectiva.

Juan Carlos Baglietto era como el capitán de ese barco, y en su banda tocaban Fito Páez, Silvina Garré, Rubén Goldín, Adrián Abonizio, Lalo de Los Santos, Jorge Fandermole… todos músicos del carajo que más tarde tuvieron importantes carreras solistas.

Pasaron los años, Baglietto y Garré se separaron, Fito se pagó una serie en Netflix, y entre los barbijos y el alcohol en gel irrumpió “La Tromba Rosarina”, porque claro, los músicos se renuevan, pero los autodidactas de la crónica foránea seguimos siendo tan poco creativos como siempre.

La pandemia trajo desde Rosario a Gladyson Panther, Amelia, Lusio, Barfeye, Chilljud, Mateo Fuertes y a Lichi, que es de Rafaela, pero es algo así como el Baglietto de la movida. Su música se metió en nuestras casas durante el encierro y nos encantó, en el más literal y hechizante sentido de la palabra.

Irónicamente, la primera canción que me trajo el algoritmo fue Nueva Ola. De ahí al Hiper Hype pasaron menos de tres minutos. Y el resto fue pura fascinación adolescente, un recital de Lichi en el Xirgu, sentado y con barbijo, varios shows más de Lichi, y una ansiedad por ver a Gladyson en vivo satisfecha hace unos pocos días.


"Cuando uno sale de noche
lo que verdaderamente está buscando
es que su vida cambie"
Chano, #8D

El sábado a la noche la casa caracol estaba llena de rosarinxs y un par de porteñxs excitadxs porque tocaba Gladyson Panther, Amelia y Lnt.noir. Yo me había estampado especialmente una remera con la tapa de Tengo Mil Amigos, que terminó siendo una sorpresa reservada para el final.

Mientras Efe abría y cerraba la puerta cordialmente a los que llegaban, Lusio acomodaba sus teclados y animaba la espera con música house. Lichi andaba por ahí recibiendo regalos de unas fans y con Ray Vilo comíamos pizza y tomábamos Amargo Obrero preparado por Santi Axis.

El reci arrancó con Lnt.noir, siguió con Amelia y terminó con Gladyson, y acá es donde esta crónica se vuelve un agujero negro que se traga a si mismo, porque no voy a intentar transmitir con palabras el frenesí de esa noche épica.

La música de “La Tromba Rosarina” está ahí, es hermosa, es nueva, tiene fuerza, glamour, estilo, y ya es parte de la banda sonora de mi vida. Si todavía no la conocés 
 
¿QUE ESTÁS ESPERANDO?




PEQUEÑOS POEMAS EN PROZAC


En el otoño de 2015 le envié a mi amigo Jano Sin Apellido el borrador de mi libro Pequeños Poemas En Prozac, para que lo leyera y me diera su opinión.
Jano lo editó inmediatamente en forma clandestina, con una tapa que es un doble homenaje a los Pequeños Poemas En Prozac de Charles Baudelaire y a Manuales Del Sobreviviente de mi querido maestro Carlos Patiño.
Hace unos días, atravesando esta cuarentena que nos tiene encerrados en nuestras casas (a los que tenemos la suerte de tener una), volví a leer esos poemas, escritos durante varios años, en distintas etapas de mi vida, y los encontré casi premonitorios.
Así que preparé una versión digital, la subí a esa plataforma tan fea como práctica que es issuu y los comparto para que todos puedan leerlos:

Leer Pequeños Poemas en Prozac de Walter Moore

-portada de la edición 2015-

-musa inspiradora-

-musa inspiradora-


NAUFRAGANDO EL FIN DE SEMANA


La idea de reflotar este barco -o quizás realizar una excursión al resto del naufragio- al menos una vez al mes, como verán, se hundió más rápido que el cofre del tesoro.

Pero puedo aprovechar un momento de distracción del capitán y compartirles mis crónicas telegrámicas del fin de semana: recomendaciones, comentarios, fotos y arqueologías varias encontradas en el fondo del bolsillo de un fin de semana agitado.

Que lo disfruten.

Arranqué cruzando la ciudad el viernes para ver a Antolín en Espacio Cabrera. Excelente. Un show íntimo y hermoso en un lugar espantoso y sin onda. Maite Amador acompañando, cervezas y un dato: no se pierdan su libro “Demasiado tarde para morir joven”, donde dice como éstas:


Si los textos de Antolín fueran comida, serían esos deliciosos petit four que inventaron los franceses. Pueden degustar algunos en esta bandeja:



Llegué a casa bajo la lluvia y me arrojé a ver el documental “Que no vivamos como esclavos”, sobre la última crisis en Grecia y algunas alternativas que va encontrando su gente para salir adelante y vivir en libertad.

Inspiradora… diría Catalina Dlugi.



El sábado a media tarde la lluvia me llevó hasta el San Martín, donde me amigué con Palo Pandolfo, con quién venía peleado políticamente desde que subió a cantar para apoyar la ley de medios.

Pero verlo a Palo prenderse fuego en el hall del teatro, igual –y cuando digo igual quiero decir IGUAL-, que lo hacía hace 20 años en cualquier sótano de San Telmo me conmovió hasta lo más profundo.

Y si no me creen, veanlo en estas fotos que le sacó Agustina:



Sábado a la noche. Llueve. La única que sale es La Única.

Nosotros nos  quedamos en casa, comiendo helado y mirando Bomb It, un documental sobre graffiti y arte callejero:


Ah, La Única es la única revista de buenos aires, no hace falta aclaración.


El domingo me fui temprano con mi fotógrafa favorita a ver Espacios Revelados, la muestra organizada por la Fundación Siemens y el gobierno de la Ciudad.


La propuesta parecía interesante, dentro de la obviedad que puede esperarse: no íbamos a ver nada que nos rompiera –literalmente- la cabeza. Todo dentro de los cánones oficiales, bien organizado… higiénico sería la palabra justa para un estilo de arte que no conmueve ni trasciende.


Arrancamos esperando casi una hora para ver Scattered Crowd, los globos de William Forsythe: una pavada, ¿quién no tuvo la idea de llenar una habitación de globos? Bueno, este tipo ni eso…

 

 

Para subir al mirador de la Galería Guemes también había que esperar mucho rato así que sin pedirle permiso a nadie y aprovechando la falta de uniformados nos colamos con Agustina en la terraza del Palacio Reconquista, donde sacamos alguna bonitas fotos.

Del techo al piso y luego al subsuelo: la bóveda del antiguo banco intervenida por SIMA: los restos de una fiesta para pocos a la que no fuimos invitados. De lo más interesante del festival.

 

 

Nos vamos al Ex Banco Tornquist a ver “Hoy es el día”, de Mariana Tirantte y Mariano Pensotti: Otra pavada-: un montón de casitas a escala con carteles que según el folleto “utilizando la gramática de las publicidades” contaban historias cotidianas de sus integrantes. Bueno, yo me imaginé que los carteles iban a ser una imitación de los carteles de publicidad, pero se ve que el tiempo o el presupuesto no dieron para tanto y eran carteles en blanco y negro con unas tipografías simplísimas y frases del estilo: “mi vecina le dice al marido que es un pelotudo - la banda de sonido de mi hogar”.

 

Revolución Pixelada, el corto del libanés Rabih Mroué me deja casi sin aliento para  subir a ver Laughing Hole, de La Ribot. Otra pavada –y van: un montón de pedazos de cartón con frases estúpidas. Tenía un marcador y le escribí FUERA MONSANTO en la parte de atrás de uno de los cartones. No se si se podía, pero nadie me dijo nada.



Sin duda lo mejor de la muestra fue “La invención del Barco es la invención del naufragio” de Magdalena Arau: una instalación desarrollada en tres lugares, acerca de un barco que encalló en Buenos Aires y fue enterrado en La Boca, crítica al el mercado inmobiliario incluida. 


 

Por último, quisimos entrar a ver una obra llamada “I’m Here”, de Julian Hetzel: una “performance” donde se podía acceder a un encuentro face to face con una ¿auténtica? persona sin techo.

Según explicó el muchacho de la puerta, el evento podía durar hasta 10 minutos por espectador –que entraba solo-. Mas de 15 personas esperando delante nuestro, demasiado tiempo de espera para algo que podemos hacer en cualquier calle de Buenos Aires.


(A dos cuadras de allí, en Plaza de Mayo, indígenas chaqueños Wichi y Qom acampan a la espera de una respuesta del gobierno, que les ha quitado sus tierras y sus trabajos) 



Llegué a casa, otra peli: “Las cosechas del futuro”.

Marie Monique Robin demuestra que se puede alimentar al mundo sin agrotóxicos.


Y así llegamos al lunes, una nueva semana naufragando bajo el agua.


PROCLAMA EJEMPLAR

 

Vivimos en una época marcada por el registro.
El avance de las tecnologías permite dejar constancia de prácticamente todo lo que hacemos: desde las fotos de un viaje subidas a facebook, hasta el registro de nuestras conversaciones telefónicas, desde nuestros mails hasta nuestros pasos registrados por las cámaras de seguridad del barrio, nuestras compras, todo es registrado y archivado.

Y ese registro -a veces a pesar nuestro- es el que legitima nuestros actos, los hace reales..

Proclama Ejemplar es un proyecto que Roco Corbould lleva adelante en Neuquén, y tiene como objetivo documentar -y compartir- las producciones culturales patagónicas, que son de una riqueza tan excepcional como novedosa.

Le particularidad del proyecto es la manera de proceder, absolutamente subjetiva y flexible.
La forma de decir que encontró Proclama Ejemplar es original y dinámica, termina de armarse en la retina del lector, con un resultado visualmente excelente.

Los elegidos para el debut fueron Bicho Bolita y Paris Gatitos, la banda de ¿rock? más famosa de Neuquén, y quizás, toda la Patagonia.

“Un cuento de amor” es el resultado de un diálogo íntimo y extenso, un libro virtual -que tiene su exclusiva edición impresa- donde el acento no está puesto en lo evidente, sino en aquello que se descubre en los márgenes, lo que casi no puede verse, lo que pasa desapercibido.

De esta manera, indagando e interactuando con los actores individual y socialmente, Proclama Ejemplar se eleva como un faro en la llanura neuquina, dejando constancia de un valioso presente para que la memoria patagónica ya no vuelva a ser borrada. 

Walter Moore

 

LO QUE TENEMOS, LO QUE SE VIENE



 “Subiré al cielo,/le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo/suavemente,
para que esto cambie de una vez.”
(Raúl Gonzalez Tuñón)

Desde las páginas del Barco hemos atacado constantemente la hipocrecía, la mediocridad, el orden establecido... Lo hemos hecho desde la poesía, claro está, pero hay momentos en que las metáforas no alcanzan y la mano se dispara a quemarropa. Esta nota es producto de uno de esos momentos en que la poesía resulta demasiado débil como para luchar contra monstruos tan terribles.

Soy un luchador constante, permanente , infatigable, como dicen algunos: un gladiador
(Carlos Menem)

LO QUE TENEMOS es un país completamente vendido, “privatizado”, atentados sin culpables, un desfile de militares indultados que hacen jogging por Palermo, un presidente al que pretenden candidatear ¡al Nobel de la Paz!, una televisión necia y estúpida, censura, represión, hambre y violencia.
Por si esto fuera poco, también tenemos frente a nuestras narices un riachuelo pestilente y basurales disfrazados de “relleno ecológico”, incendios forestales provocados en pos de intereses económicos, prohibición de recitales de rock (remenber Redonditos?), negociados inmobiliarios millonarios (Wallmart, Carrefour, Jumbo, Puerto Madero) y “la mejor policía del mundo”.
Y esto no es nada si recordamos la injusticia permanente, la desocupación y la corrupción imperante, que tornan esta ciudad (no digamos este país, para que no nos acusen de querer federalizar la cosa) sencillamente IN-SO-POR-TA-BLE.
Algunos creerán que esta es una definición pesimista y negativa de la situación, y es cierto; pero si necesitan   optimismo  y  buenasnoticias ahí tienen la campaña oficial, y toda esa corte de chupaculos  que pululan en los medios “importantes”.

LO QUE SE VIENE no parece ser muy diferente. Las alternativas políticas, de las cuales la Alianza constituye la única capaz de llegar al gobierno, no son “alternativas”, sino la otra cara de la misma moneda.  Ningún partido político propone cambios radicales, y de hecho, serían incapaces de provocarlos, ya que la dependencia  al  FMI  torna imposible un cambio de rumbo. Por otra parte, la irregular  forma en que se realizaron las privatizaciones nos deja a merced de las poderosas multinacionales que usurpan, hasta dentro de veinte o treinta años, los ex- servicios públicos.
Si bien las últimas elecciones sacudieron bastante la estantería menemista, los sólidos cimientos construidos aún permanecen en pie. El fantasma del gobernador Duhalde continúa acechando el sillón de Rivadavia, y aunque un tanto resentida, su carrera presidencial continúa firme.
Existe algo terrible en Duhalde, que no se puede ni siquiera adivinar en los otros candidatos.
Duhalde encarna en su figura todo el pasado nefasto que los argentinos creíamos desterrado: las botas, la picana, el falcon verde...su discurso es demagógico y fascista, y su política asistencialista no hace más que acentuar los niveles de pobreza en la provincia.
Institucionalizó el secuestro mediante la penosa “averiguación de antecedentes”, que aún hoy en “plena democracia” continúa vigente, e impuso un virtual TOQUE DE QUEDA a las tres de la mañana que es sorteado hábilmente por los dueños de los boliches mediante el pago de suculentas coimas al comisario del barrio.

“Aquí la mafia es estatal”
(Ricardo Ragendorfer)

Para que esto no ocurra, el gobernador ha creado la Asociación de Padres Bonaerenses en Prevención de las Adicciones, que tendrá a su cargo la orgullosa tarea de buchonear a quienes no cumplan con los decretos que regulan la venta de alcohol y tabaco y el horario de cierre de los boliches.

“... por ejemplo pienso en Bailemos hasta Medianoche,
¿por qué hasta medianoche?¿Por qué no hasta las cuatro
 de la mañana?” (Jean Paul Sartre)

Los destinatarios de tan extraordinarios “ beneficios” son  principalmente los jóvenes, que ven como todas sus libertades son avasalladas, y sus derechos, ignorados sitemáticamente. Simultáneamente, por alguna macabra razón, Duhalde empieza a caerle “simpático”  a los padres. Seguramente, porque los ayuda a controlar aquello que se les fue de las manos: la educación de sus hijos. Algo que resulta bastante terrible, si tenemos en cuenta que dejamos la educación en manos de narcotraficantes represores y fascitas.
Su forma de gobierno es muy sencilla y siniestra a la vez: Acorrala al pueblo en la miseria y luego le arroja unos mendrugos, una dádiva, un trabajo de doscientos pesos cortando malezas junto a un zanjón, o algunos alimentos para los niños, que entregan las “manzaneras” de su esposa Chiche envueltas en bolsas que dicen “Duhalde 1999”.
Con la clase media actúa de forma similar. Los métodos son distintos, pero igualmente eficaces. El miedo generalizado a perder (el trabajo, las pertenencias, la vida), el miedo a “bajar de status”, de terminar viviendo en una villa miseria, es aprovechado por el gobernador , que se vale de la violencia (económica, social, policial) para ejercer el control. La clase media, transformada en un ente acrítico, miserable, servidor de un sistema donde todo vale, se encierra en sus trabajos y en “sus” shoppings, aferrandose a una forma de vida mediocre y sin sentido, donde lo único que importa es conservar lo que se ha adquirido.

“Ya no hay hombres -pensaba tristemente Micha- en la
tierra hay unos seres extraños y lastimosos que ejecutan
una voluntad ajena... apenas pueden comprender aquello
que realizan con tanta indiferencia...  ninguno tiene la
fuerza para decir esa palabra de humano orgullo: No...”
(Máximo Gorki-En Prisión)

Precisamente en este punto termina de cerrarse el círculo. Los grandes shoppings construidos en el conurbano, sobre terrenos prácticamente regalados a sus compradores, (o canjeados por arreglo de calles y la construcción de un nuevo edificio municipal, como sucedió con Wall Mart en Avellaneda) son espacios cerrados donde no sucede nada. Un útero de vidrio vigilado por videocámaras y guardias armados donde todo está marcado/señalizado/ organizado para el completo bienestar de los paseantes. Una forma más de controlar a los salvajes, de obligarlos a gastar su dinero, una forma más de quitarte tu libertad, sin que casi te des cuenta.

“Vivimos bajo el signo de la vigilancia”
(Michel Foucault-1971)

Publicado en Barco De Locos # 10, diciembre de 1997 
 

¿QUIEN RESISTIRÁ CUANDO EL ARTE ATAQUE?


EL 21 DE SEPTIEMBRE EN VEZ DE EMBORRACHARTE CON TUS AMIGOS EN PALERMO PODES SUBIRTE AL BARCO Y HACEMOS ALGO POR NUESTRO FUTURO.
Los artistas independientes de Neuquén convocan a una nueva jornada ¡NACIONAL! a favor de la vida, contra el fracking y la explotacion indiscriminada de nuestros recursos naturales.
En tu barrio, en tu ciudad, en tu cuadra: EXPRESATE CON ARTE.
Hacé lo que sepas hacer para demostrarle a los gobiernos que los recursos naturales son de todos.
Yo voy. ¿Vos venís?



NEUQUEN IDA Y VUELTA



  
Viaje de Ida

Hay sólo tres locuras que un hombre puede hacer en su vida: casarse, bajarse del colectivo para seguir a una chica que le gusta y tomarse un avión hasta Neuquén para ver la presentación de un libro, en el mes más frío del año.

Yo ya había hecho las dos primeras, y estaba decidido a completar la trilogía: Jano (sin Apellido) estrenaba Horriblemente Pop, su último libro de poesía (último porque es el más nuevo, y porque ya no escribe poesía) así que me levanté a las cinco de la mañana, me fui al aeroparque y me subí por primera vez a un avión con todas las expectativas que pueden caber en el cuerpo de un hombre dominado por la ansiedad.

Semidormido, en el asiento del taxi, pensaba: es una vergüenza que a esto le llamemos viajar: salimos de nuestras casas calefaccionadas, con nuestras camperas de gore-tex y las medias térmicas, nos subimos a un taxi con calefacción que nos deja en un aeropuerto con ambiente climatizado y luego a un avión con veinticuatro grados de temperatura constante. James Cook se caería al mar de la risa.

La azafata me sonrió. Hacía lo mismo con todos pero no me importó, me hizo sentir bien. Cuando se estiró para acomodar una valija, me mostró el piercing en el ombligo. Yo pensé que era una especie de insinuación, pero más tarde me aclaró que había sido una circunstancia exclusivamente profesional.

-¿De que trabajás?
-Realizo contenidos audiovisuales para los aviones.
-Ah, ¿vos compaginás los bloopers y los fragmentos
de deportes extremos que pasan por las pantallitas?
-Si, exacto. Es tan interesante como afilar escarbadientes,
pero se gana buena guita.

Uno podría vivir arriba de un avión: siempre hay sol, el clima es estable, hay bebidas, alfajores, revistas y música.
Casi nada es de nuestro agrado, pero se supone que eso es lo que le gusta a la mayoría de la gente.
En los aviones nadie escucha cumbia por el altavoz del celular y ningún perro ladra, el capitán habla en castellano y en inglés y todos obedecen.
Eso es lo más llamativo, como si el aire y la altura impusieran un respeto que se pierde al llegar a tierra.

Desconectado en Neuquén

Sin proponérmelo, pasé cinco días en Neuquén sin Internet. Y sobreviví. Está comprobado: se puede vivir sin Facebook.

Tierra de mapuches y reino de las morochas, Neuquén es Zapala y Cutral Có, cuna de viento donde nacieron los piquetes; es Carlos Fuentealba, Jaime De Nevares, fracking, paranoia de gripe A y cementerio de dinosaurios.

En Neuquén la poesía es dueña de las paredes, pero las calles son de los nuevos ricos del petróleo, que atropellan con su arrogancia todo lo que se les ponga por delante.

La cultura oficial se refugia en el Casino, y en el Museo Nacional de Bellas Artes, un espantoso edificio sin ventanas que se yergue comoun ovni en el medio del parque central de la ciudad.

Pero la verdadera vida cultural de Neuquén se cocina en el under. El Teatro del Viento, La Conrado, Brisa, El Arrimadero, Histrión y Arpillera hierven toda la semana con propuestas para todos los gustos.


Horriblemente Pop

Ese viernes parecía que todo Neuquén estaba en Media De Luna, el centro cultural de la calle Sarmiento.
Amigos, amigos de amigos y desconocidos de Jano olvidaban sus diferencias y llenaban los salones con sus copas de vino en la mano. Sasha, la muchacha punk de mis sueños, me convidaba nachos con crema de hongos.

Nada hay más aburrido que escuchar a un escritor sentado frente a una mesita leyendo su libro, y firmando ejemplares a la salida.
Jano esquivó inteligentemente el bochorno y armó un espectáculo donde todo encajó a la perfección.

La presentación de Horriblemente Pop arrancó con una performance a cargo de Yoko Joy, Eu’genio y Vivi Gourmet que, iluminados sólo con linternas, leyeron fragmentos del libro en una sala a oscuras, mezclados entre el público.
Una original, dinámica y divertida manera de dar a conocer la poesía de Jano, imaginada en conjunto entre el autor y los performers.

Luego pasaron las Monas De Seda, un grupo vocal integrado por tres chicas que cantan -y cuentan- hermosas canciones. 

Poco después Astronauta se hizo cargo del escenario y desplegó toda la magia de su voz y su guitarra durante casi una hora, hechizando los oídos de todos con sus canciones.

Cuando anunció el último tema nadie le creyó, ni siquiera eran las doce, la noche no podía terminar ahí.

Entonces, cuando ya parecía que había faltado a la cita, llegó la figura más emblemática de la música neuquina, Ricardo Sueldo, el Bicho Bolita, invitado especialmente por Jano para la ocasión.

Astronauta siguió tocando, el micrófono se democratizó, y todos pasaron a leer fragmentos de Horriblemente Pop, de El Niño Bobo (la novela de Jano publicada el año pasado) y hasta algunas historias de Juan Silencio, que venía desde lejos y se había colado en la fiesta.

Mi muchacha punk bailaba y Jano leía


Solo:
Solamente putrefacto,
No de tanta soledad,
Simplemente de volver a creer
en la compañía.

Un olor dulce me llevó hasta el patio y me entretuve conversando con el Surdo, que hace música electrónica, y con Pablo de Kuruf, la editorial que le imprimió los libros a Jano.

Cuando volví a entrar, el Bicho improvisaba en el micrófono mientras Erika, en el piso, bailaba poseída una coreografía tan sensual como hipnótica.

Aprovechando una distracción del Astronauta, el Bicho le zarpó la guitarra y arremetió con sus temas. Yo estaba extasiado: la noche neuquina superaba todas mis expectativas.


El Bicho Bolita

Si yo fuera periodista podría haberle hecho una entrevista, pero como sólo soy un autodidacta de la crónica foránea lo mejor que pude hacer fue invitarlo a tomar un vino y charlar un rato.

Nunca hubiera podido sacar un grabador, un teléfono o una libreta frente al Bicho Bolita -jugar al reportero- simplemente porque él me trató como un amigo desde el mismo momento de conocernos.

Ricardo llegó, se sentó en la mesa que ya compartíamos con Jano y el Pelado y se largó a hablar, demostrando que el sobrenombre le quedó viejo, que ya no es ese pibe que se metía pa’ dentro como los bicho bolita, sino un cordial interlocutor.

Nos habló de sus novias, de cómo se fue a La Plata a estudiar diseño gráfico a los diecisiete años, de cómo empezó con la música y terminó colgado en una historia lisérgica que lo devolvió a Neuquén y a nueve meses de internación en un psiquiátrico.

Nos contó que sus primeros discos no le gustan, excepto Disco de Pasta, “que está bien grabado”; abrió el cd de Paris Gatitos y nos detalló quien hizo cada dibujo y quien sacó cada foto con una paciencia y una pasión que habría que inventar una nueva palabra que las incluya a las dos.

Nos dijo que está aprendiendo una técnica vocal para poder cantar bien, que todavía le falta un año más para estar al cien por cien, y que ahora nomás se mete a grabar un disco con canciones en formato acústico, sólo él y su criolla, canciones que no encajan en la banda.

Es un compositor inagotable Ricardo, este año va a editar un disco nuevo con Paris Gatitos, y en Noviembre viaja a tocar en Buenos Aires en el Festipulenta, invitado por alguien que no conoce pero le paga los pasajes.

También nos contó que lleva grabados más de cien cassettes a pedido; a algunos les graba canciones de todas sus épocas, a otros que ya lo conocen, canciones nuevas. A todos les canta un feliz cumpleaños personalizado.

Me pregunta qué hago. Le digo que escribo, y que trabajo para una revista, que le voy a hacer la única pregunta de periodista que se me ocurre, y se ríe, me mira curioso.

-¿Te gustaría ser más conocido, tener éxito?

Y él con toda humildad me contesta que no, que ya está hecho, que logró mucho más reconocimiento del que hubiera podido esperar, que lo único que quisiera sería vivir de la música, y se le encienden los ojos…

-Si pudiera vivir de esto,.. ¿sabés? Eso si estaría bueno…


Viaje de Vuelta

En Neuquén todas las noches terminan con una guitarra. El Bicho pide una prestada en el bar y canta una canción de Gabo Ferro:

Esa ideita moderna de que se “hace” el amor
Ese verbo de segunda es lengua de explotador

-Estoy copado con ese tema, por ahí lo voy a grabar en el disco, y también un tema inédito de Palo Pandolfo que se llama Milonguita.

Mas tarde, afuera, la luna me despidió de Neuquén con una sonrisa, mientras bailábamos cumbia con mi muchacha punk en el Gato Negro, el anfiteatro del parque central que la municipalidad tapó dos veces para hacer un estacionamiento y los vecinos se encargaron de desenterrar.

Si no aplauden ellos se lo agradecerán

La voz de Jano resonaba horriblemente pop en mi cabeza. Sentí unos golpecitos en el hombro.

-Señor, ya llegamos a Buenos Aires.

Estiré los brazos, levanté la mochila y bajé del avión tan feliz que ni siquiera me importó que la azafata me hubiera dicho señor.


Walter Moore
Julio 2013